jueves, 2 de septiembre de 2010

Fuertes de corazon

Hace unos dias fui a dormir a mi hijo Nahuel. Me acoste con el en su camita y abrazados hablamos de cosas... Antes de dormirse dijo:
_ Mama... al final los malos nunca ganan. Al final los que elegimos el amor y la alegria y todo eso ganamos siempre ¿a que si?, porque ser malo no vale para nada.
-  Al final los que no pegamos podemos mas que los que pegan. ¿a que si mami?

Y antes de dormirse como un bendito, concluyo:

- Hay que ser fuertes de corazon. Porque ser fuertes de cualquier otra cosa no vale para nada.


viernes, 14 de mayo de 2010

El abrazo.

Hueles a hombre y eso da gusto. Volviendo a casa.
Un punto de sudor del día en la camisa se sale e inunda las narices, mezclándose tu aroma y tu perfume.
Si me abrazas me quedo a vivir ahí. Calentita. Con la nariz pegada al cuello justo bajo tu oreja. Acariciando tus brazos peludos.
Quizá rasques un poco mis mejillas con tu barba.
Y quizá mañana tenga el mentón colorado por lo mismo, si es que nos damos todos los besos en la boca que tengo sed de darte y recibir.
Quizá , por fin, sea el momento del encuentro y en el abrazo tú ya sientas que estás hecho para mi. Que estoy hecha para ti. y al mirarnos ojos con ojos esté todo claro y limpio.
Tan neto como nuestros sexos que ellos ya sin duda lo saben y palpitan.
Quizá sea ya el momento que lentos y sin frenos nos digamos te amo con todo el cuerpo, con cada milímetro de piel.
Y sea nuestra unión la fuente de la que emana todo
                    la alegría
                           y el poder
                                    del mundo.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Amo la vida.
Vivo para amarme como merezco, como deseo, como sueño.
Me amo y amo todo lo que soy y yo soy también Gastón y también Nahuel.
Yo amándome soy todos y todo.
Si yo no me amo entonces soy nada, soy apenas, soy menos que yo, soy carne dolida y culpable, soy trozo-desgracia.
Yo me amo y soy también tú.
Yo me amo, amo mi diente roto y mi vulnerabilidad, amo mis ojos bellos y mi sonrisa incondicional. Amo mis uñas sucias y mi entrega. Amo mi vitalidad, mi entusiasmo, mis ideas y mis creaciones.
Amo lo que amo. Te amo.
Amo al que me hiere, al que me juzga, al que me compite, al que me niega.
Amo al que me sana, al que me ve, al que me aprecia, al que me apoya, al que me ama.
Amo mi grandeza que sin delirio es elección y es humildad. Todo lo que uno es que es todo.